TEMPERATURA

Si la cortesía nos impulsara
altruista caricatura del suicidio inmediato,
la carta de defunción complica el enjuicio rotundo
las miradas caprichosas del espejo
asesino de intenciones
sueños retorcidos
crucificados por la espesura del que olvida con facilidad
tal de la no importancia
se vive cuando se muere
cuando se necesita un reflejo confuso
entramado, portador de señales de pasado atrapado
el tiempo de la botella como el correo
verdad y lejanía
invisibles hermanas de lo insólito
perdurable,
cantando con la misma
se repiten hasta el infinito
todos los días.
Como perder al cielo
casi de llegada
sus coincidencias más profundas
entre una invisibilidad
se puede palpar a leguas,
a lenguas,
cuando los tristes se encuentran
cortados por la mitad.
Todo el espíritu está aquí
resulta un poco fuera de la verdad,
ruda
esa que es casi imposible de mascar,
si no lo hace se muere inundada
por toda su sal eterna y estirada,
comida a la mitad como casi
sin energía,
como casi muerta.
Su oleaje es casi perfecto
por completo corroído de todo
su sol pasa casi triste
sobre su cara
porque lo encontró y será su presente escondido de hipnosis
su presente embrujado.



Si las mareas fueran insensatas
espuma oceánica y entrometida
retrocediera sin tregua infinita
si los castigos divinos fueran
reemplazados por especiales
ensueños matutinos inconscientes
flotan entre las aguas perdidas
remotas
voladoras y
a lo mejor un poco lloronas
siluetas risueñas
tremendas y revueltas
las sábanas ya escucharon más
vueltas locas de tanto cantar
mientras corrían
saltaban y corrían
bajaba por la columna vertebral
el hilo de la sangre

o l a m e j o r c o m e n s a l e r í a
s u b s i s t e n e l h o r i z o n t e



Comprenderalcuerpo
dejarelamor sentir el dolor
coronaraltiempo
tragar profundo
respirar hondo
cambiar de corazón
crear ilusiones
encontrar enjambres
acelerar la palpitación
girar en círculos hasta avanzar
esperar de abismos llenos
esperar de carruajes escondidos.



Siempre detrás
cuando ella comienza
no respira su preparación
momentos inciertos
cuanta tierra sobre mí será el futuro
su dejar de existir
finalidad no es igual que propósito
las manos agotadas en el silencio
ausencia sin gritos
tormenta de viento
la lucha que palpita día a día
nuestra
invitada a la hora del té de la madrugada
sonriente de escrúpulos y encuestas
términos y silbidos
eternos porque siempre están
armario repleto
con el alma en el cuerpo.




La necesidad imperiosa de compartir
momentos rotundos al fondo del mar,
a lo mejor sí viviría sin tiempo,
en lugares sin rumbo, todo se detiene el flash le aprieta el pecho a la credulidad, del entusiasmo perplejo, jugar con la imagen y la escritura, vicio rotundo, iracundo,
del espíritu, así como la ausencia de la realidad, y tener tiempo.
La misma ciudad, trae consigo complicaciones dentro de lo que puede ser volverse un buscador,
retro conquista,
se comprende la lastimería,
no se conoce procedencia.
Así se detuvo en la lluvia,
se mezcló con la silueta del silencio
no fueron las pastillas que golpean silbido comprometido de madrugadas. Cuando tocando fondo la ------
se perdió en la selva iluminada,
dentro de los reflejo que se degustan en la niebla,
la renovación es inminente,
la espera, las ansias.



El tiempo
la alababa
sin tres
sin dos
sin tiempo

Y se ve ciega
se ve tuerta
de guerra en guerra
lo silban
le gritan
la muerta es sorda
descalza entre las piernas
ve que no ve

La alababa
el tiempo
si, la alaba
sin d

La alaba
el tiempo
si, la alaba
sin tres
sin dos
sin tiempo

La mira en la respuesta
el punto ciego
el sentido que más quiere
se turba en el suelo ensangrentado
la partida sigue marchando
la magia
entre guerras
con múltiples muertos
caídos de todo tipo
locos
paralíticos
silenciosos y egocéntricos
una pañoleta blanca al viento
se ve
que se ve



ciega




*

Desmedida y revuelta por un auto desengaño incomprensible
ese desapego que sale a menudo cuando entramos,
nos encontramos con el sueño que se aliviana,
nuevamente esa incomprensible falta de reciprocidad
pena aparente y acuosa
el descariño puede matar a las mejores intenciones.
Entré al funeral nocturno
recuerdo de sin sentidos eternos,
la nueva cascada sufre de una angustia solitaria
del gusto que gustaba en las mañanas,
el silencio no se acaba por la verdadera mentira que se despierta conmigo,
con las cenizas que yacen a mi costado más lloroso.

**


La magia inerte,
Los cascabeles que ya no tiritan,
desperdicio el alma que llora
desgarrada porque no logra llorar.
En su cascada impaciente
sin confianza se lanza sobre su perturbado final,
perdido de los entusiasmos aguas que se confunden por el odio que sucumbirá,
su muerte constante,
una mañana dejó de existir hace más de algunas horas de desprecio y desamor
otra en la eternidad repetida envuelta por lágrimas y gritos desesperados.

***

La princesa confundida,
entuerta,
se revolcó por ese abismo desgastador,
se dio cuenta de que su último aliento era el secreto de la desventaja,
del amor que posee a lo otro en todas sus magnitudes,
cómo nombrar a lo nocorrespondido de la vida,
al encanto,
todo se vuelve funesto por causa de principios
no existen los comienzos
sólo el agua que emana de los corazones y de los clichés.
Ahora las siluetas de la perdición se cobijan sin consuelo bajo los martirios
él, que se decidió
escogió otra sin mejor o sin peor
no sabe lo que es ni lo que fue,
para qué
no sirven de nada.

****


La princesa llora en su escondite secretodebajodela
cubiertadeunamesatransparente
cuando ya no hay aliento
todo es una agonía de fuera
de trampas
de personas ya escogidas.
Cayendo por ese abismo nocturno de ojos cerrados,
del sueño que se acaba,
aquella mala estrella que la ataca dentro y fuera,
en picada,
no pide auxilio porque sabe que no hay otro final,
ni siquiera comenzó la pérdida el entumecido recuerdo de lo que no existió.
Amarillo, sin tiempo,
no se lo permite
las prohibiciones salen de sí
vuelven al mismo lugar,
todo esta dentro de un recipiente de agua roja llana de muerte y de agua.





El cielo de los ausentes se perdió por el respeto que los culpables temían aceptar,
no discutían sólo se soñaban alcanzando sus cumbres cautivas en manos piratas que
emplean un espectáculo de mal gusto sobre el mar de los de otro país.
La ficción robusta en espacios reducidos,
consensos unilaterales,
hay otros en el mundo,
desde el mundo,
qué quedará después de que esté?
La despedida se perdió o no llegó,
contestó,
el corazón se detuvo
lo supe
luego se normalizó
la traición.





I

Es increíble que la comarca se vuelva diligente frente a los estímulos del alma gruesa por ser alma.
Es increíble que la cabeza obtenga de sus riquezas una ventolada de seres que acuden a los gritos tránsfugos del devenir adverso.
Es increíble que el movimiento se vuelva un remedio del cuerpo para la esperanza,
lo más saludable en el mundo no se encuentra detrás de las incomprensiones
tumulto de faltas,
errores sin solucionar
más que con el poder de las palabras,
palabras sanadoras que recuperan los estados,
los magníficos sentidos de los que nos reconstruimos, suplicios irremediables.
El don se vuelve tan poderoso que ni el estilo puede controlarlo,
no cuenta con las posibilidades,
la esgrima de los tiempos se torna de complicaciones,
pespuntes de males de ojo tan ajenos que la vida se sienta sobre sus pestañas,
corresponde tener en cuenta querer ser un candidato perfecto para la felicidad,
locuras ciegas y sonrientes,
cautiverio repleto de pasión,
el plato del que come
al otro lado del vidrio
se sintió real.


II

Un enredo,
lo que cautiva está escondido en el pasado,
el pelo de una barba felpuda, de sonrisas manchadas y chuecas,
pieles pecosas por enfermas del ceño fruncido,
energías interminables
poseedoras de quinientos mil fantasmas,
espero la mía tanto como la tuya,
tan invisible e insensible,
perdió el conocimiento,
en ascuas por falta de palabras
se quedo sentada en una carroza
en medio del abismo de un mundo.
La carroza se decoloró,
no se llega a acuerdo
su rojo pulmón está en las manos del tiempo
con rostro de bailarina sonriente,
las bondades se reconocen
se encuentran en lugares
aún recónditos.



III

Lo macetero es el recuerdo
los nuevos comienzos así como los finales duros de terminar
cuando se quiere siempre lo que no se puede tener
más la falta de valentía con las palabras,
la cobardía frente a los cambios que no se superan,
largas temporadas
dos meses de ausencia dentro de la misma ciudad,
más lejos de las miradas dolorosas de los que nos aman sin poder otorgarle el poder de la devolución del mismo sentimiento,
la vida esta llena de nuevos comienzos y de finales eternos.



s o n r e i r á




Como casi de un salto el silencio se convirtió en selva
la confusión se resolverá,
un choque de razones con buen humor,
sin consciencia se notará el camino por el cual el hemisferio se perdió,
se entregó por primera vez
los ojos más abiertos de tan cerrados,
el tiempo se reconoce
se disipa y vuelve a tientas por lo que alguna vez se creyó,
se lloró.
La vida se devuelve
Honesta con la crueldad
a lo mejor difunta de gratitud
todos los deseos en algún momento se cumplirán
se cavará un orificio
el hueco del pie del que sufre
la porfía de no ser
la porfía que quiere creer en lo que no puede ser y tratar
la porfía de buscar en baúles infinitos
la porfía de no despedirse de lo que alguna vez por pronta morirá
la porfía de vivir con lo que no se sabe
la porfía que confunde a los espíritus que se mueven en ese infinito
la porfía que no se pierde en ni una esquina por oscura que sea
la porfía de seguir marcando números que no se equivocan
la porfía del plato del frente
la porfía de lo que la frente quiere
la porfía frente a lo que sucede
la porfía que llama lo que no sucede
la porfía que grita lo que no aparece
la porfía que se asombra porque aparece
la porfía que permanece
la porfía que se hace cada vez más fuerte
la porfía que se cae y se levanta
la porfía que no acepta esas respuestas
la porfía que secretamente espera resultados
la porfía intranquila
la porfía inmortal
la porfía que no se quiebra ante los sablazos del rey
la porfía blanca porfía se sabe
la porfía su cama espera la porfía
la porfía que ha de conocer
la porfía que no se conforma
la porfía que permanece y se diluye
la porfía que renace
la porfía no cambia ni se agudiza
la porfía se esconde para luego salir desmesurada
la porfía la contenta porfía
la porfía parte de los que alguna vez quisieron ser reyes
la porfía de los reyes de la confusión
la porfía de los reyes que se confabulan detrás de su escenario
la porfía de la música
la porfía del viento
la porfía de la única seguridad
la porfía de la verdad
la porfía de la consciencia
la porfía de la inconsciencia
la porfía tormentosa
la porfía torrentosa
la porfía amistosa
la porfía que se quiere siendo porfía
la porfía que se para frente a su espejo
la porfía que se delata frente a la vida de su espejo
la porfía que tiene un espejo de carne y hueso
la porfía que se junta con su reflejo
la porfía que crea
la porfía que quiere saber
la porfía porfía
la porfía no está más allá
la porfía de pie frente a mí
la porfía sobre mí
la porfía en mí
la porfía conmigo
la porfía la insólita porfía
la porfía como la gran característica
la porfía en lo irreal.




En un día de sol
perfecto para encuentros
tras lluviosidades,
nocturnidad del deseo recalcitrante,
cuerpos ya no videntes por la luz se esconden de los piadosos amantes,
la mañana superflua,
estilos inconclusos
patentes interminables
concilios sordos,
razones que no se pueden detener en los instantes más precipitados,
con la lluvia todo se disuelve,
todo es barro,
todo es tierra,
ya llegó el sol,
secó lo que el agua se llevó
sin despedidas ni recuerdos puros
lo amoroso no se olvidará
desde los cuerpos cálidos y transparentes en su patrimonio,
la necesidad y el encuentro no podrían cambiar,
probabilidades triviales y ortográficas de los errores,
el paso de las tintas
centellantes y traviesas
se mezclan con las letras y los pensamientos en una orgía descomunal,
oídos que se esconden tras puertas en movimiento,
jamases que ya no existen
las muertes están a la orden del día como caídas del infinito,
la pregunta que no se hace ni se traduce,
el miedo al no se qué,
muchos lo tenemos
nadie lo logra explicar,
trabas en cabellos erizados,
sin sentido,
casualidades,
regurgitaciones del más allá
sin expedientes ni registro
ni historia
ni tiempo,
no existe o no se lo fabrica,
las sonrisas en el amanecer
luego de la tormenta y de un par de goteras que pasaron a ser parte del fin del mundo,
del fin del sueño,
del fin de todo,
la magia se divierte con la música
con los azúcares del diluvio primitivo,
excavaciones mediterráneas partidas en tres tomos de una novela que no desea ser leída,
una contradicción.
Los olores no mueren,
las lágrimas y los estornudos medios nunca se concretan,
no por la pena, por el clima,
atraviesa corrales con puñales,
matan al amor,
no encuentran el reloj que los une al tiempo,
no existe porque no está o no lo inventan,
todo así paralizado de una manera refrescante
sin salidas de otoño
ni festejos de invierno
sin botas
ni parlantes silenciosos
sin que nada más venga con el ruido de los platillos
ni fanfarreas extranjeras,
solventes amargos de espíritus de luz.




Si se afirman los principios y sus espesuras responsables,
cuando el destino me sonríe en los ojos a carcajadas o a regañadientes,
como la situación misma cierro los ojos y me relajo
luego contraigo,
me llevo los puntos que respiran desde mí y si siento
los instantes trato de pertenecerlos,
momentos perdidos entre gigantescos túneles
repartidos por aquí y por allá.
Al interior de tanto ruido prefiero cantar sin tonos ni semi tonos,
no,
ni si quiera,
ni por los estilos,
para que los instintos se vuelvan furiosos,
difíciles y se anclen entre tantos saberes andados,
como si persiguieras algo y ese algo se concretara sólo por el deseo,
sin retornos,
no hay circos en esta lluvia,
menos payasos,
desde otros y en aproximaciones pueriles
no seguiré más la marea,
está rota,
no hay sellador que funcione
son lágrimas de acero,
de esos lentos en fundir,
sospechosos movimientos y encantadores recursos,
autónomos por dedicación,
traficantes de espíritus en los intersticios del corazón.
Que cómo me siento,
que cómo me miento,
que cómo me enfrento,
sin conocer las verdades a la redonda
me lanzo desde el abismo profundo
suspiro en tu oído
no se si gritar o alguno cubre los recuerdos del espacio,
me llama y no puedo,
no logro resistir sus encantos naturales,
viriles hasta tiernos.
Como las cosas falsas uno no puede saber,
lo mismo asfixia y pudre todo por la pérdida de seres,
qué son tres años en comparación con la infancia y la juventud,
cómo ganarle a los reglamentos que llegaron antes que yo y sin errores conseguir la meta perfecta,
sin si quiera derrumbes,
todas las mañanas abro los ojos
perdida parpadeo,
cuando los cambios no se levantan aún porque tardan en tomar fuerzas.




La marea se disuelve bajo la lluvia,
si yo supiera de esos confines
si se preguntaran por las mañanas o por las tardes,
ya no sé
pasan muchas cosas,
mucho tiempo me he robado tantas corbatas,
si desde ese esperador,
se arriesga,
comienza el salto mortal,
mortuorio de la razón,
el tiempo detenido sale a respirar,
el cerrojo del espía retorna de sus tardías posesiones,
todo lo que se malgasta,
se repite el incesante zumbido casi sinfónico del quizás,
todo se le devuelve
sin haberse quedado se retira
crece para los que la perturbaron,
la nostalgia nunca recordada,
nunca se sabrá,
los que perdieron algo deben dirigirse a las oficinas de los tuertos,
llenarán solicitudes
letargos como las sales del viento,
ojo de cristal enmudecido por los treintaycuatro,
tartamudos
estornudos
ciegos dedos mancos trocando la saliva desde al abismo
sin subterráneos,
cada leproso sobre su gran torre,
papeles desdibujados por el fin,
todo se devuelve,
quienes visitarán jamás ese paraje
triste desde la oscuridad canta
los vientos la escuchan,
la magia contrae los resabios casuales del ocaso,
la neblina,
las cajas,
la vida,
se revuelcan por pastos insospechados,
desde tiranías convergen apaciguados,
vuelve el movimiento
el tiempo despierta de su sueño,
extrañado por las horas,
insospechables recuerdos
madrugadas de relámpagos,
si todo se hubiera tramado entre cascabeles atrapados,
las jaulas no escucharon,
lo santo trata de enamorar,
lo perdido contiene las respuestas de la especie que se extingue en los pasillos,
de frío no morirán,
los locos descansan entre las aguas y la espesura,
todo se devuelve,
los que palparon,
se espera delirio
las buenas nuevas han vacacionado de los bastantes,
ya no se encuentran,
todo es oscuridad,
que tenebroso,
sin el ánimo de los atraviesos respondo,
una vez partida la corona se entregarán algunos cambios,
sabrán a miel y otros a manjar,
la arena que me cubre desde las entrañas me convertirán.




Por qué no te olvidé
porque me equivoqué
para la mayoría
una ulterioridad,
las palabras que lo enredan todo,
las claves
casi de la no vivida alteración,
el ente con su medio
recapacita al revés del resto
sin una parsimoneidad,
doctrina de algunos
pecado de otros
desde el manejo del poder hasta el silencio del reencuentro de las odiosidades que pululan con el aire.





Un espacio
un tiempo
desde las difíciles maneras
desde las violentas reacciones que van perdiendo el sentido
las llagas que permanecen abiertas esperan su funeral
las transformaciones nos esperan a través de las hojas en blanco,
que esperan,
entre los contactos existe la lengua
la voz
las ideas se renuevan y todo se devuelve,
para mirar el presente
para mirarse el alma,
el alma está aquí
dicen.




Que se espera de la desentendencia,
los esperados que a momentos se pierden,
no conocen a los que miran frente a ellos
el holocausto que propugnan,
si la muchedumbre de pasado gritaba eufórica era porque estaban atados,
ahora nuestras amarras son invisibles,
hay nuevos mecanismos,
la contienda silenciosa no merece triunfadores,
no propone sometimientos
tampoco una sola verdad,
viendo desde las penumbras al poder,
entre todos y uno solo,
parte del defecto dominó de la vida oscilante entre sus causas y sus consecuencias.



Los mejores momentos
silencio guardado por la espera,
la mañana resultó ser una buena tarde de recuerdos inconclusos y un deber,
renovando el encuentro con lo que se disuelve en el aire, para terminarlo,
aún más temprano que tarde,
la noche no se acuesta
descansa sin brazos
entre piernados,
las profundidades de ese sueño consternan a todo el que lo lee,
lo visita a la hora del té,
todos alrededor del espectáculo que se ha de presenciar,
sólo intenta ser feliz,
tropiezos de algún cantor,
abismos rosados apurados
el viento en el nido,
su inútil pétalo ha secado
las libertades de las lágrimas
las estrellas han de juzgar,
el amor eterno entre las muecas se despintan,
el espacio se vuelve invisible,
su suicidio
aquí.



Entre la suerte del derrame
destructor de momentos,
se confunden,
la cobardía nos engatusa
las palabras que sueño no aparecen oportunas,
ni si quiera en los encabezados de una postal,
para el mar debe ser muy fácil alcanzar el cielo,
se disputa el trono,
una recarga de verdades sería necesaria para el cambio,
la gota que no supo que existía,
triste,
robado desde el aire
entornos esporádicos e inmensos,
una verdad por la boca invocada,
sentir el miedo al vacío
el salto al infinito
demencial e imaginario,
pavor y silencio,
en contrario encontrado,
dispuestos todos muertos de besos,
sombras dispares aparecen entre los labios del querer temeroso,
querer no gustoso
se verdadea en esta aldea de comienzos,
arrancada y en vías de extinción.




Para quienes los caminos,
las angosturas
los recipientes cortan.

Cuando la marea cree
cuando los árboles crecen
los tiempos adelgazan
las gargantas tiritan.

Mil leguas
entendí.

Cuando camino
desde el silencio
espantoso sabor
la delicia
como el drama perfecto
como las casualidades
como la saliva que pronuncia
sin jamases
entre penumbras
partiendo de las siluetas
nunca quisimos ver
los pasillos gritan y esperan
la llegada del nuevo celestial
hambriento
la llamada se prolonga
testaruda
se turba frente a frente
se golpea los codos
la tregua ya no es igual
ya no le es indiferente
el ciego responde
separados del cielo
lleno de agua
repleto de pena
comienzan los caminos esperados
repartidos por la tierra que nos soporta
los peces encantados por mares de tiempo
se retiran los secuaces
saltan de lejanías los poderosos
palpitantes
miradas que se unen y se desprecian
táctica desde el olvido
observando nocturnidades
se traspasan los inacabados
el espesor ya no llora su pérdida
la culpa lo perdona
se exalta el silencio
dejamos lo activo
lo nuestro
de palabras sordas
temerosas
perdidas en el fulgor de la felicidad
atropellada en cinco segundos
en los cinco como la vida
como la muerte después de su partida
escrupulosa se saluda
un espejo opuesto
el coyote de las delicias
de los sueños
la calma dentro de un baúl
entre el mar y la peste
ahí
el camino que espera la llegada del río
el reflejo que nunca muere
con el cuchillo
intentos fallidos
todo se devuelve
se reconquistan los favores
se respetan tus muertos.



La mano maldita del que aún,
a pesar de ser el cariño
se ha vuelto odio con apellido desilusión
embriagadora
de fuerzas que me llevan a la muerte
no me explico por qué.




66

Era uno de esos días sin luna
sin sol
en los cielos de todos los continentes
menos aquí.